“Sin
garantías: Trayectorias y problemáticas en estudios culturales” es un libro que
nos muestra el como la cuestión de raza, la resistencia y la política cultural
fue cobrando importancia en los estudios culturales desde mediados del siglo
pasado.
Diversos
intelectuales sobre la cultura interrumpen sus estudios cuando la cuestión
racial va ejerciendo predominancia dentro de sus investigaciones, incluyendo en
diversas ciencias, dentro de ello recaerá en el plano de la educación.
En
este contexto, las diversas culturas lucharan para tener un mayor dominio una
sobre la otra, todo ello se refleja en el libro “Orientalismo”, donde su
temática gira en torno de como la cultura Occidental logra imponerse sobre la
Oriental, ejerciendo dominio y subordinando a esta última cultura. El estilo de
pensamiento que parte por una consideración odontológica y epistemológica que
posiciona en un lugar ventajoso a Occidente y que ubica en un lugar
completamente negativo a Oriente, conllevara a la denominación y al poder de la
cultura de Occidente.
Por
lo tanto, la EBI cobrara un rol fundamental en la “guerra” que se va dando
entre estos dos mundos culturales,
donde se muestra una dialéctica verticalista, no horizontal, tratando de
mantener las diferencias, ideologías y estereotipos. Sin embargo, la educación
con su función formadora, buscara integrar y mejorar la relación que se da en
estos dos mundos tan opuestos, con lengua, raza y cultura diferente. Entonces,
“El rechazo a la homologación cultural, el propiciar una educación
intercultural en que el bilingüismo no represente una mera transición al
español, la defensa de la biodiversidad y la diversidad cultural junto con la
necesidad de la recuperación territorial, tienen que avanzar paralelamente con
una profundización de los estudios culturales”
Es
por esto que, en una sociedad como la nuestra, donde se evidencia la diversidad
cultural, lingüística y racial, la EBI debe funcionar como un principio básico
para el desarrollo de la educación, pues la situación actual de la educación
peruana muestra una clara evidencia sobre el papel deficiente de la EBI, donde
una sistema educativo peruano en desuso trata de sobrellevar los grandes
problemas educativos, enfrentándonos a una sociedad multilingüe y
pluricultural, la cual nos presiona para desarrollar necesariamente y
urgentemente planes, programas y proyectos de aplicación en nuestro sistema
educativo nacional.
Irrumpe
en esta discusión sobre la situación de la educación peruana, la relación entre
la sociedad, la cultura y la educación, acicateada esta vez por los procesos de
globalización y la políticas neoliberales en el campo educativo, por los
intentos de privatización de la educación y el debate sobre la calidad
educativa con equidad, la gratuidad de la enseñanza y la defensa de la
educación pública.
La
EBI aparece como un instrumento de realización de ese ideal igualitario, al
asegurar la educación de todos los individuos, proporcionándoles instrumentos
que garantizaran no solo su libertad sino también su ascenso social,
considerando no solo necesaria la demanda de una educación pública gratuita,
sino paralelamente exigir una educación de calidad con equidad.
“La
dimensión de la interculturalidad es particularmente necesaria en el campo de la
educación, para evitar choques traumáticos sobre la cosmovisión y los valores
autóctonos y aquellos impuestos por la cultura dominante”
La
interculturalidad se entiende como el interaprendizaje entre las culturas que
lleve a acercamiento mutuos en los valores, conocimientos y actitudes; a
generar niveles de dialogo, aceptación y respeto; a hacer que la tolerancia no
apunte a la indiferencia.
Con
la educación intercultural se busca la construcción de sociedades democráticas, incorporando la noción de equidad
a nivel social, económico, político y cultural entre actores sociales
procedentes de distintos universos culturales. Por ello, el docente debe
enfrentar con sabiduría y creatividad, vinculando lo emocional con la
indagación teórica, siendo el dialogo una manera de interrelacionarse y lograr
un mayor acercamiento a la vida del
alumno, pues esta será la tarea de los maestros en cada aula donde
encuentre un verdadero Perú.
“[….]”El gran destino, especialmente
en un país tan complejo como el nuestro, tan lleno de contradicciones
culturales, de creencias distintas, la misión del maestro es realmente muy difícil, porque en
el Perú la educación no se resuelve mediante el método, sino mediante el
conocimiento de la cultura, de la costumbres de cada pueblo, porque somos un
país muy mezclado, un país muy mestizo en cuanto a creencias, en cuanto a
concepciones morales, políticas. Somos un país que constituye una mezcla que
todavía no ha acabado de definirse. Nosotros los maestros somos los que debemos
impulsara esta definición y a esta integración de la creencias. Cuando todo el
Perú tengo más o menos una sola creencia, por lo menos una de la cual todos compartamos,
seremos patriotas.”[….]”
Con
estas palabras el gran maestro José
María Arguedas nos recuerda la necesidad y la urgencia de que la EBI
forme parte del sistema educativo nacional y su aplicación continua
obligatoria, pues el Perú es un país marcado por sus diferentes culturales,
siéndola educación intercultural un medio para poder disminuir las diferencias
que fueron incrementándose cada vez más desde el inicio de la colonia española.
Arguedas
trato que el quechua y el castellano no se excluyan, y en su función de maestro
de aula trato que estos dos idiomas tengas convivencia, recordando la función
educativa del idioma como instrumento de aprendizaje y de ajuste social,
buscando que los educandos se sientan identificados con el nuevo idioma y lo
manejen con toda naturalidad, pero defendiendo tajantemente al quechua como
idioma nativo, como arma y punto de partida de la alfabetización.
Por
lo tanto, el ser capaces de “manejarnos” convenientemente en el conocimiento de
las diferentes culturas que conviven en el contexto social en el que se
encuentra nuestros centros educativos, nos va ayudar, sin lugar a ninguna duda,
a realizar nuestra labor educativa de un modo mucho más adecuado y conveniente.
Entonces, el conocimiento real se
produce por las interacciones que seamos
capaces de establecer, no desplazándonos a los lugares de origen, sino en el
contexto próximo donde las personas de esas culturas se desarrollan y conviven
e intercambian costumbre, ideas y vivencias, pues las vivencias van conformando
la realidad de los sujetos, y donde realmente se encuentra nuestro ámbito de intervención,
enriquecimiento personal y profesional.
Dentro
del marco de los objetivos del milenio, se busca promover la inclusión social,
teniendo como uno de sus objetivos fundamentales el lograr la educación
primaria universal para alcanzar a futuro la mejor calidad de vida y la
justicia social en una sociedad desarrollada. Sin embargo, la aplicación total
aun es deficiente por la falta de maestro que desarrolle una educación
intercultural, pues el mayor problema para lograr una educación primaria
universal se encuentra en las zonas andinas y amazónicas, donde su accidentada
geografía dificulta el cumplir eficiente del docente junto con su falta de
preparación intercultural.
En
este sentido, uno de los primeros pasos es elaborar y aplicar o llevar a la práctica
programas de sensibilización y concienciación sobre la diversidad cultural, su
sentido, necesidades presentes y futuras, y la importancia que en el desarrollo
profesional y humano tiene el hecho de asumir la multiculturalidad de nuestras
aulas. La elaboración de estos programas debe incluir la suficiente información
emocional como para despertar sentimientos de respeto, aceptación y valoración
de la diversidad cultural. También es necesario presentando materiales y
recursos metodológicos que ayuden a la elaboración de un proyecto curricular
intercultural, donde se incluya los temas recurrentes para la ejecución de una
EBI.
En
este proceso de diversificación curricular,
deben transcender el ámbito de la adecuación de las competencias y
capacidades a los contextos regionales y locales, y ubicarse en niveles mayores
de reflexión que permitan incorporar experiencias que profundicen en el
conocimiento de los pueblos indígenas y en sus formas de organización, así como
en su visión del mundo y promuevan el desarrollo de modelos de aproximación a
la realidad y organización del conocimiento acorde a su pensamiento.
El
docente de intercultural debe prepararse por tal motivo, asistiendo a congresos
y seminarios sobre el cómo poder desarrollar una educación intercultural, ya
sea a nivel inicial, primaria, secundaria o superior, pero en este caso, como
principal objetivo dl milenio se busca universalizar la educación primaria, por
ende tendrá que “ir de la mano” con la interculturalidad.
Otro
punto necesario a tratar es el de la familia, pues al ser motor principal de la
educación, debe funcionar como un gran apoyo a este hecho, ayudando a combatir
los prejuicios y estereotipos que se da en
una sociedad pluricultural como la nuestra, pues no solamente
encontramos culturas indígenas y amazónicas, sino se debe recordar el mencionar
a la cultura afroperuana, siendo Nicomedes Santa Cruz y Pancho Fierro dos
grandes representantes culturales.
Por
último, cabe mencionar que con la globalización, es cierto, que hay una
tendencia “dinámica homogeneizadora”, pero no siempre tiene efectos negativos a
la diversidad cultural, es el caso de las TIC’s que también contribuyen al
dialogo y a la comunicación de las culturas y permiten por lo tanto que la
diversidad cultural se exprese y se haga visible. Además, la globalización trae
consigo algunas dinámicas heterogeneizadoras, donde van acortando plausible
distancia las diversas culturas inmersas en nuestro país por medio de una
educación intercultural con ayuda de la ya mencionada TIC’s.
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