María
Claudia Torres Flores (UNMSM) nos habla del género policial según Bolaño, este
género nos muestra algo novedoso pues lo fantástico está inmerso en este nuevo
género; ahí vemos situaciones de trama. El género policial, a mi punto de
vista, lo puedo comparar con la obra de Edgar Alan Poe, pues también está llena
de suspenso y llena de fantasía. Más allá de la importancia personal que
atribuye al volumen, su autor (Bolaño) pone el acento en la ambivalencia del
reflejo literario, construido bajo los sarcasmos de la historia.
Esto
es lo fantástico de Bolaño, una trama donde puede entenderse de diversas
formas, ya que lo fantástico policial de Bolaño es comunicativo-investigativo, En
Bolaño no hay ninguna nostalgia de los detectives tradicionales del género,
pero todavía continúa la fascinación por las figuras de la ley. Esas figuras,
que servían para dar fe de la inteligibilidad del universo y de la autoridad de
la razón para desbrozar el caos en torno nuestro, existen ahora para decirnos
que la razón ha sido derrotada, y para articular una reflexión existencialista
en que el mundo se revela sin sentido y la especie.
Daniel
Carrillo Jara (Universidad Científica del Sur/Universidad Privada del Norte)
nos habla de la literatura en relación con el internet, pues pude encontrar la
fantasía en la virtualidad y la cooperación que ofrece el internet, el ser
humano en los últimos años –por lo general– está en constante relación con la
virtualidad y eso conlleva a lo fantasioso.
Otra
ponente Julio Carrascal Pretell (UNFV) hace referencia de la obra Triste solitario y final, esta obra nos
da –a mi parecer– un claro ejemplo de ficción, es un ejemplo perfecto de
realización del lenguaje en contra de concepciones hegemónicas de cultura.
Desde un principio sus personajes -caricaturescos, oclusivos, gastados,
acabados…- son la viva representación de la vida en la periferia, de la vida a
partir de la exclusión, de la vida como fuerza de posibilidad independiente de
las condiciones adversas, pero a la vez, de la vida como infinito absurdo. Esta
es una forma reiterada en la trama. Al desarrollarse la historia, los
incidentes y características de los personajes producen una desmitificación de
éstos. Para estos personajes, la ficción será una herramienta de trabajo en un
mundo donde lo principal es subsistir; en un mundo donde sólo interesa ofrecer
algo consumible en el mercado. El propósito inicial del narrador de introducir
a su propio autor como personaje es el de presentar la idea de que todo convive
en un solo plano; para aquellos sujetos que han sido afectados por los
productos de la cultura de masas (Hollywood) la línea divisoria entre ficción y
realidad no existe.
Triste,
solitario y final representa un doble sentido frente a la ficción y la cultura
de masas. Por un lado, se reprocha a las masas haber trastocado las fronteras
realidad-ficción, habiendo banalizado productos de la alta cultura para su
inmersión al gran público. Esta homogenización cultural supone homogenizar la
realidad y la ficción. Por otro lado, la cultura de masas proporciona una
solución a lo expuesto en el epígrafe inicial: “Se abandona la idea de que para
vivir también se necesitan ficciones.” Es decir, la ficción vuelve a ser
necesaria en cuanto, dentro de una sociedad de consumo, es el medio de sustento
para los personajes ya sea de forma económica u ontológica.
De
esta manera vemos que la ficción ayuda de cierta manera a la sociedad. Leer
novelas de ficción incrementa la empatía, porque ayuda a las personas a
identificar mejor las emociones ajenas, revela un estudio. Este género es
especialmente eficiente en este sentido, porque hace que los lectores se
impliquen totalmente con el texto. Los resultados obtenidos señalan la
importancia de la lectura para la sociedad.
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