lunes, 2 de junio de 2014

LO POLICÍACO EN EDGAR ALLAN POE


María Claudia Torres Flores (UNMSM) nos habla del género policial según Bolaño, este género nos muestra algo novedoso pues lo fantástico está inmerso en este nuevo género; ahí vemos situaciones de trama. El género policial, a mi punto de vista, lo puedo comparar con la obra de Edgar Alan Poe, pues también está llena de suspenso y llena de fantasía. Más allá de la importancia personal que atribuye al volumen, su autor (Bolaño) pone el acento en la ambivalencia del reflejo literario, construido bajo los sarcasmos de la historia.
Esto es lo fantástico de Bolaño, una trama donde puede entenderse de diversas formas, ya que lo fantástico policial de Bolaño es comunicativo-investigativo, En Bolaño no hay ninguna nostalgia de los detectives tradicionales del género, pero todavía continúa la fascinación por las figuras de la ley. Esas figuras, que servían para dar fe de la inteligibilidad del universo y de la autoridad de la razón para desbrozar el caos en torno nuestro, existen ahora para decirnos que la razón ha sido derrotada, y para articular una reflexión existencialista en que el mundo se revela sin sentido y la especie.
Daniel Carrillo Jara (Universidad Científica del Sur/Universidad Privada del Norte) nos habla de la literatura en relación con el internet, pues pude encontrar la fantasía en la virtualidad y la cooperación que ofrece el internet, el ser humano en los últimos años –por lo general– está en constante relación con la virtualidad y eso conlleva a lo fantasioso.
Otra ponente Julio Carrascal Pretell (UNFV) hace referencia de la obra Triste solitario y final, esta obra nos da –a mi parecer– un claro ejemplo de ficción, es un ejemplo perfecto de realización del lenguaje en contra de concepciones hegemónicas de cultura. Desde un principio sus personajes -caricaturescos, oclusivos, gastados, acabados…- son la viva representación de la vida en la periferia, de la vida a partir de la exclusión, de la vida como fuerza de posibilidad independiente de las condiciones adversas, pero a la vez, de la vida como infinito absurdo. Esta es una forma reiterada en la trama. Al desarrollarse la historia, los incidentes y características de los personajes producen una desmitificación de éstos. Para estos personajes, la ficción será una herramienta de trabajo en un mundo donde lo principal es subsistir; en un mundo donde sólo interesa ofrecer algo consumible en el mercado. El propósito inicial del narrador de introducir a su propio autor como personaje es el de presentar la idea de que todo convive en un solo plano; para aquellos sujetos que han sido afectados por los productos de la cultura de masas (Hollywood) la línea divisoria entre ficción y realidad no existe.
Triste, solitario y final representa un doble sentido frente a la ficción y la cultura de masas. Por un lado, se reprocha a las masas haber trastocado las fronteras realidad-ficción, habiendo banalizado productos de la alta cultura para su inmersión al gran público. Esta homogenización cultural supone homogenizar la realidad y la ficción. Por otro lado, la cultura de masas proporciona una solución a lo expuesto en el epígrafe inicial: “Se abandona la idea de que para vivir también se necesitan ficciones.” Es decir, la ficción vuelve a ser necesaria en cuanto, dentro de una sociedad de consumo, es el medio de sustento para los personajes ya sea de forma económica u ontológica.

De esta manera vemos que la ficción ayuda de cierta manera a la sociedad. Leer novelas de ficción incrementa la empatía, porque ayuda a las personas a identificar mejor las emociones ajenas, revela un estudio. Este género es especialmente eficiente en este sentido, porque hace que los lectores se impliquen totalmente con el texto. Los resultados obtenidos señalan la importancia de la lectura para la sociedad.

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